En nuestro trabajo diario, en especial en el seguimiento y acompañamiento a adolescentes que son madres, acabo de constatar que el Celular bien podría convertirse en un fantástico aliado.
Si según informan las estadisticas, una gran mayoría de la población tiene acceso a un celular, quizás la solución pueda ser que en los establecimientos de salud - y en nuestro centro en particular - podamos tener tambien un celular con número fácil de recordar, para que las adolescentes que son madres ó cualquier familia clasificada como de Alto Riesgo, pueda comunicarse con nosotros ó con cualquier profesional de la salud, cuando una situación de salud en el bebe ó por ejemplo genera angustia.
Si un profesional puede contestar la llamada, y eventualmente como fue el caso para nosotros el día sábado, invitar a la adolescente a acudir con rapidez a nuestro centro, quizás podamos evitar muchas complicaciones de salud, algunas muertes, pero en especial contribuir a CERRAR LAS BRECHAS DE INEQUIDAD.
Como bien lo sabemos, quienes tienen la suerte de tener un médico particular, tambien pueden llamar a su médico en cualquier momento para compartir su preocupación y actuar de manera adecuada frente a una situacion grave ó una enfermedad.
En nuestro Caso, en Canto Grande y en el caso presente la adolescente que pudimos atender el día sábado, se encontraba sola en su casa con su bebe,y sin recursos para salir de la casa.
En otras palabras, se encontraba presa de su propia pobreza.
Solo el celular le permitió lanzar una voz de alerta que permitió que le asegurarámos que ibamos a pagar la moto-taxi, para que su bebe pudiera ser atendido con rapidez frente a la emergencia.
Atendimos el bebe, pero creo que hicimos mucho más que esto, lo que hicimos fue tender un puente entre ésta Adolescente mamá que vive y crece descubriendo cada día sus limitaciones y lo injusto que es vivir en pobreza, sino que además pudimos transmitir un mensaje: "No estas sola".
A menudo, se recuerda ciertamente con justa razón que la pobreza impera especialmente en las zonas andinas y amazónicas. Pero no por ello se debe recordar que las familias que viven en los cerros de los asentamientos humanos de San Juan de Lurigancho, tampoco la tienen fácil y acceder de día ó de noche a un establecimiento de salud no necesariamente es cosa fácil.
Ojala algún aliado ó lector de éste mensaje tenga deseo de colaborar con nosotros. Un celular con un número fácil de recordar y un crédito de unos S/. 100.oo mensuales (para las coordinaciones posteriores) bien podría significar la diferencia entre mantener aísladas a cientos de adolescentes y sus hijos y poder decirles que no estan solas y que su condición así como la de sus hijos SI NOS IMPORTAN.
Christiane Ramseyer D.
Telf. Oficina: 461.21.95